Pueblos de Bahareque

El bahareque es una cuidadosa técnica utilizada en Colombia para la construcción de viviendas, escuelas, iglesias, galpones e instalaciones para beneficio de café y trinchos que sostienen caminos y laderas. Primero fueron los grupos indígenas, luego los colonizadores europeos o mestizos quienes supieron adaptarlo a las condiciones ambientales, aprovechando una diversa selección de materiales y técnicas nativas.

En la actualidad aún encontramos casas hechas con materiales naturales, así: divisiones y paredes internas en esterillas de guadua, caña brava tejida, recubiertas de una argamasa de origen vegetal y una última capa para el lustre de algún tipo de cal; en otros casos y según la región, se empleaba el barro y la madera de grandes árboles como la Ceiba, el Samán y el arboloco para vigas, entre pisos y soportes de los techos.

Un porcentaje importante de las edificaciones antiguas de ciudades y poblados del eje cafetero, que aún existentes, han sido construidas en general como una estructura de:

  • Guadua.
  • Madera.
  • Paredes de esterilla.
  • Rellenos de barro (las más antiguas)
  • Recubrimientos laterales de esterilla de guadua, recubiertas con una mezcla de boñiga, tierra.
  • Pasto.
  • En algunos casos revocados sobre malla de anjeo con morteros de cemento.

Inicialmente las cubiertas eran con latas de madera que fueron reemplazadas por latón; más tarde se elaboraron estructuras especiales para ajustarse a la teja de barro.

Las construcciones de bahareque son excelentes para soportar los terremotos; precisamente el denominado “estilo temblorero” surgió como un estilo constructivo que permitió que las construcciones fueran inmunes a los temblores de finales del siglo XIX.

Posteriormente llegó la guadua para ser empleada en la construcción contemporánea de edificaciones en el medio rural y urbano, ampliamente difundida como material auxiliar en la fabricación de formaletas, aligeramiento de losas (casetones), en muebles, bancas, cercas, corrales para animales, y modernamente en utensilios y artefactos de gran valor artístico y económico.

Las construcciones en guadua, durante el siglo XX, permitieron la satisfacción de las necesidades de vivienda por la flexibilidad y la sismoresistencia, para atender el crecimiento de la familia. Aunque tiene una mala imagen por su vinculación a barrios de invasión y de “tugurios”, hoy en día es un bien de exportación posicionado que crece en todos los continentes, excepto en Europa. El 90 por ciento de la guadua se encuentra en Asia y América.

Escrito por: Maria Eugenia Beltrán Franco, Arquitecta. Vigía del patrimonio. Miembro Academia de historia del Quindío.

 

 

 
 
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